Reunión de bachilleres: historia de una culpa juvenil

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Ed. Minúscula, 2005 - 207 páginas
El encuentro con antiguos compañeros de estudios, veinticinco años después de acabar el bachillerato, despierta en el juez de instrucción Ernst Sebastian recuerdos que creía borrados para siempre. Entre los que no acuden a la cita está Franz Adler, el alumno más prometedor de la clase, el poeta, el que suscitaba la admiración de profesores y estudiantes. Una vez en casa, Sebastian no puede impedir rememorar su amistad con Adler y mientras las imágenes se agolpan frenéticamente en su cabeza, decide escribir lo que se revelará como la historia de una culpa largamente silenciada. Reunión de bachilleres, que data de 1928, narra cómo un grupo de jóvenes puede empujar al más brillante de sus miembros a un cruel proceso de autodestrucción, al tiempo que constituye un fidedigno retrato de una generación a la que le tocó vivir entre dos pocas, al final del imperio austríaco.

Acerca del autor (2005)

Franz Werfel (Praga 1890-Beverly Hills, California 1945) cultivó tanto la poesía como el teatro, la narrativa y el ensayo. En su juventud vio publicados sus poemas en la legendaria revista Die Fackel, que dirigía Karl Kraus. Estrechó lazos de amistad con Franz Kafka y Max Brod y en 1917 conoció a Alma Mahler, su futura esposa. A partir de entonces se estableció en Viena. En esa época comenzó a escribir novelas y relatos (además de Reunión de bachilleres cabe destacar La muerte del pequeño burgués y Una letra femenina azul pálido) mientras algunos de sus textos dramáticos se representaban cada vez con más frecuencia en distintos teatros alemanes. En 1933, tras la publicación de Los cuarenta días del Musa Dagh, obra que narra la trágica persecución de los armenios por parte del ejército turco durante la Primera Guerra Mundial, los nazis quemaros sus libros. En 1938, cuando las tropas de Hitler entraron en Austria, Werfel se encontraba en Capri. Ya no regresaría a Viena. En 1940, en París, los alemanes lo buscan para deportarlo: con Alma y varios amigos cruza los Pirineos a pie y consigue llegar a Lisboa, desde donde se embarca rumbo a Estados Unidos, país en el que permaneció hasta su muerte.

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